La celiaquía es una enfermedad autoinmune que afecta al intestino delgado y se desencadena por la ingestión de gluten, una proteína presente en cereales como el trigo, la cebada y el centeno. Si bien tradicionalmente se ha asociado con la infancia, la celiaquía en adultos es una realidad que no se debe pasar por alto. De hecho, se estima que alrededor del 20% de los casos de celiaquía se diagnostican en personas mayores de 60 años.
Dificultad en el diagnóstico en adultos

El diagnóstico de la celiaquía en adultos puede ser complicado debido a varias razones. En primer lugar, los síntomas pueden ser diferentes a los que se observan en los niños. Mientras que en estos últimos la enfermedad suele manifestarse con diarrea crónica, pérdida de peso y retraso en el crecimiento, en los adultos los síntomas pueden ser más sutiles y variados.
Además, algunos adultos pueden experimentar la celiaquía de manera asintomática, lo que significa que no presentan ningún síntoma a pesar de tener la enfermedad. Esto dificulta aún más el diagnóstico, ya que la persona puede estar sufriendo daño en su intestino sin siquiera saberlo.
Otro factor que complica el diagnóstico es que los síntomas de la celiaquía en adultos pueden confundirse con los de otras enfermedades gastrointestinales, como el síndrome del intestino irritable o la enfermedad inflamatoria intestinal. Esto puede llevar a que se realicen pruebas y tratamientos innecesarios antes de llegar a un diagnóstico preciso.
Síntomas diferentes a los de los niños

Los síntomas de la celiaquía en adultos pueden variar considerablemente y no seguir el patrón típico observado en los niños. Mientras que los niños a menudo presentan síntomas digestivos pronunciados, como diarrea crónica y distensión abdominal, los adultos pueden experimentar síntomas más sutiles y a veces atípicos.
Algunos de los síntomas más comunes de la intolerancia al gluten a los 40 en adultos incluyen:
- Ardor y dolor abdominal: Muchos adultos con intolerancia al gluten a los 40 pueden experimentar ardor y dolor en la región abdominal, que pueden ser fácilmente confundidos con otros problemas digestivos.
- Digestiones lentas: La dificultad para digerir los alimentos puede llevar a digestiones lentas y sensación de pesadez después de las comidas.
- Alteraciones intestinales: La intolerancia al gluten a los 40 puede causar cambios en los movimientos intestinales, como estreñimiento o diarrea intermitente.
- Deficiencias vitamínicas: Debido a la malabsorción de nutrientes, los adultos con intolerancia al gluten a los 40 pueden sufrir deficiencias de vitaminas y minerales, como hierro, ácido fólico y vitamina B12.
Es importante destacar que los síntomas pueden variar considerablemente de una persona a otra, y algunas personas pueden tener síntomas leves o incluso ser asintomáticas.
Complicaciones en el diagnóstico
El diagnóstico de la celiaquía en adultos puede ser complicado debido a la necesidad de considerar una combinación de pruebas clínicas, serología, genética y biopsia intestinal. Estas pruebas pueden ser costosas y requerir tiempo y recursos significativos para llevarlas a cabo de manera adecuada.
Además, existe la posibilidad de falsos negativos en los resultados de las pruebas, lo que puede dificultar aún más el diagnóstico preciso. Esto se debe a que la sensibilidad de algunas pruebas puede variar y no todas las personas con celiaquía presentan marcadores serológicos claros.
Otra complicación en el diagnóstico es que algunos adultos pueden presentar resultados negativos en las pruebas, pero aún experimentar síntomas después de consumir gluten. En estos casos, se puede diagnosticar una sensibilidad al gluten, que es una condición distinta a la celiaquía pero que también puede provocar síntomas molestos.
Además, el proceso de diagnóstico puede llevar tiempo, ya que puede requerir pruebas adicionales, como pruebas genéticas o una biopsia intestinal, para confirmar el diagnóstico. Esto puede causar frustración y retrasos en el inicio del tratamiento adecuado para los adultos que sospechan tener intolerancia al gluten a los 40.
Afortunadamente, se están realizando avances en el diagnóstico de la celiaquía en adultos. Un ejemplo es la investigación de un nuevo método de diagnóstico en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, que podría proporcionar una alternativa más rápida y precisa en la identificación de la enfermedad.
Síntomas comunes de la celiaquía en adultos
Los síntomas comunes de la celiaquía en adultos pueden variar, pero existen algunos que son frecuentemente reportados por las personas que padecen esta enfermedad. Estos síntomas pueden afectar tanto el sistema digestivo como otros sistemas del cuerpo.
Algunos de los síntomas más comunes de la celiaquía en adultos intolerancia al gluten a los 40 incluyen:
- Diarrea crónica: La diarrea persistente es uno de los síntomas más característicos de la celiaquía en adultos. Puede ser intermitente y puede ser acompañada de heces grasosas o malolientes.
- Dolor abdominal: Muchos adultos con celiaquía experimentan dolor abdominal recurrente, que puede variar en intensidad y ubicación.
- Pérdida de peso inexplicada: La malabsorción de nutrientes debido a la inflamación del intestino puede llevar a una pérdida de peso no intencional.
- Fatiga y debilidad: La deficiencia de nutrientes debido a la mala absorción puede provocar fatiga y debilidad generalizada.
- Anemia: La falta de hierro y otras vitaminas en la dieta puede causar anemia, lo que se manifiesta en síntomas como debilidad, palidez y falta de energía.
- Problemas dermatológicos: Algunas personas con celiaquía pueden experimentar erupciones cutáneas, como dermatitis herpetiforme, una forma de enfermedad celíaca que afecta la piel.
Estos síntomas pueden variar en su gravedad y presentarse de manera individual o en combinación. Es importante tener en cuenta que no todos los adultos con celiaquía experimentarán todos estos síntomas y algunos pueden tener síntomas leves o incluso ser asintomáticos.
Métodos de diagnóstico de la celiaquía en adultos
El diagnóstico de la celiaquía en adultos requiere una combinación de pruebas clínicas y análisis de laboratorio. Estos métodos están diseñados para evaluar la presencia de marcadores específicos y confirmar la intolerancia al gluten a los 40.
Los métodos de diagnóstico más utilizados para la celiaquía en adultos incluyen:
- Pruebas serológicas: Estas pruebas buscan la presencia de anticuerpos específicos en la sangre que son característicos de la celiaquía. Los anticuerpos más comunes que se buscan incluyen la inmunoglobulina A (IgA) y los anticuerpos IgA contra la transglutaminasa tisular (tTG-IgA) o la endomisio (EMA-IgA).
- Pruebas genéticas: Se pueden realizar pruebas genéticas para detectar la presencia de ciertos marcadores genéticos asociados con la celiaquía, como los genes HLA-DQ2 y HLA-DQ8. Estas pruebas no son definitivas y no indican necesariamente la presencia de la enfermedad, pero pueden ayudar a evaluar el riesgo.
- Biopsia intestinal: La biopsia intestinal es considerada el «patrón de oro» para el diagnóstico de la celiaquía. Consiste en tomar una muestra de tejido del intestino delgado mediante una endoscopia y analizarla para detectar cambios característicos en la mucosa intestinal.
Es importante destacar que la persona debe seguir consumiendo gluten antes de someterse a las pruebas, ya que la ausencia de gluten en la dieta puede afectar los resultados y dar falsos negativos.
Además de estos métodos, existen investigaciones en curso para desarrollar nuevos métodos de diagnóstico de la celiaquía en adultos. Por ejemplo, en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid se está investigando un nuevo método de diagnóstico que podría proporcionar una alternativa más rápida y precisa en la identificación de la enfermedad.
En casos en los que los resultados de las pruebas son negativos pero existe evidencia clínica de que el gluten causa daño en el organismo, se puede diagnosticar a la persona con sensibilidad al gluten no celíaca, otra condición en la cual el consumo de gluten provoca síntomas similares a la celiaquía pero sin la misma respuesta autoinmune.
El diagnóstico de la celiaquía en adultos combina pruebas clínicas, análisis serológicos, pruebas genéticas y biopsia intestinal. Es importante realizar un diagnóstico preciso para que las personas afectadas puedan iniciar una dieta libre de gluten y evitar complicaciones a largo plazo.
Investigación de nuevos métodos de diagnóstico
En el campo de la celiaquía, se están llevando a cabo investigaciones para desarrollar nuevos métodos de diagnóstico que puedan mejorar la eficiencia y precisión en la identificación de la enfermedad en adultos.
El Hospital Clínico San Carlos de Madrid está llevando a cabo una investigación para evaluar un nuevo método de diagnóstico para la celiaquía en adultos. Este enfoque se basa en el uso de biomarcadores específicos que pueden detectarse en una muestra de sangre.
Los investigadores están estudiando la presencia de anticuerpos específicos y otros biomarcadores que podrían indicar la presencia de celiaquía en adultos. Se espera que este nuevo método de diagnóstico sea más rápido y menos invasivo que los métodos tradicionales, como la biopsia intestinal.
La idea detrás de esta investigación es proporcionar a los médicos una herramienta más confiable y accesible para el diagnóstico de la celiaquía en adultos. Con este enfoque, se espera reducir el tiempo y el costo asociados con el diagnóstico de la enfermedad, lo que permitiría un tratamiento más rápido y eficiente para los pacientes.
Aunque esta investigación se encuentra en sus etapas iniciales, representa un paso prometedor hacia un diagnóstico más preciso y conveniente para los adultos con intolerancia al gluten a los 40. Se espera que en los próximos años, estos avances puedan llegar a utilizarse de manera más generalizada en la práctica clínica.
En última instancia, el objetivo de estas investigaciones es mejorar el diagnóstico precoz y preciso de la celiaquía en adultos, lo que permitirá un manejo adecuado de la enfermedad y una mejor calidad de vida para aquellos afectados.
Sensibilidad al gluten como diagnóstico alternativo
En los casos en los que los resultados de las pruebas para la celiaquía en adultos son negativos pero existe evidencia clínica de que el gluten causa daño en el organismo, puede diagnosticarse a la persona con sensibilidad al gluten. La sensibilidad al gluten no celíaca es una condición en la cual el consumo de gluten provoca síntomas similares a la celiaquía, pero sin presentar la misma respuesta autoinmune y la misma daño en el intestino.
La sensibilidad al gluten es un diagnóstico alternativo que se realiza intolerancia al gluten a los 40 cuando no se observan los marcadores típicos de la celiaquía en las pruebas, como los anticuerpos tTG-IgA o EMA-IgA, y no hay signos de lesiones intestinales en la biopsia. Sin embargo, los individuos con sensibilidad al gluten pueden experimentar síntomas gastrointestinales, como dolor abdominal, hinchazón y diarrea, así como síntomas no gastrointestinales, como fatiga, dolores de cabeza y cambios de humor.
El diagnóstico de sensibilidad al gluten se realiza a través de una evaluación exhaustiva de los síntomas, la exclusión de otras enfermedades que puedan causar síntomas similares y una respuesta positiva a una dieta libre de gluten. Se suele recomendar un período de eliminación del gluten seguido de una reintroducción controlada para evaluar si los síntomas reaparecen o empeoran.
Es importante destacar que la sensibilidad al gluten es una condición distinta a la celiaquía y la alergia al trigo. Aunque se desconoce la causa exacta de la sensibilidad al gluten, se cree que el gluten o algún componente relacionado pueden desencadenar una respuesta inflamatoria en ciertas personas.
Si bien la sensibilidad al gluten no celíaca no conlleva los mismos riesgos a intolerancia al gluten a los 40 largo plazo que la celiaquía, seguir una dieta libre de gluten es la forma principal de manejar los síntomas y evitar molestias. También es importante trabajar junto con un profesional de la salud para garantizar una dieta nutricionalmente equilibrada y recibir el apoyo adecuado en el manejo de esta condición.
Aunque la sensibilidad al gluten es aún objeto de investigación y su diagnóstico puede ser desafiante, representa una alternativa válida para aquellos adultos que tienen síntomas relacionados con el gluten pero no cumplen con los criterios para un diagnóstico de celiaquía.
Prevalencia de la celiaquía en España
En España, la prevalencia de la celiaquía es significativa y se estima que afecta a aproximadamente el 1% de la población. Esto significa que alrededor de 450,000 personas en España pueden tener esta enfermedad.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la prevalencia real puede ser mayor, ya que existen casos de intolerancia al gluten a los 40 no diagnosticados. Muchas personas pueden sufrir la enfermedad pero no estar conscientes de ello debido a la falta de síntomas o a la presencia de síntomas atípicos en la edad adulta.
Además de la celiaquía, se estima que alrededor del 6% de la población española padece sensibilidad al gluten no celíaca. Esta condición implica una reacción adversa al gluten sin la respuesta autoinmune característica de la celiaquía. Las personas con sensibilidad al gluten experimentan síntomas similares a los de la celiaquía pero no tienen daño en el intestino.
La sensibilidad al gluten no celíaca ha obtenido cada vez más reconocimiento en los últimos años, y se cree que es más frecuente de lo que se pensaba anteriormente. Sin embargo, aún existen desafíos en términos de diagnóstico y tratamiento de esta condición, y se requiere más investigación para comprender mejor su prevalencia y manejo adecuado.
Tanto la celiaquía como la sensibilidad al gluten son condiciones que afectan a una proporción significativa de la población española, lo que enfatiza la importancia de la conciencia, el diagnóstico temprano y la implementación de dietas sin gluten para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.